jueves, 24 de julio de 2008

Servicio de paga


Ejemplo de servicio de paga de un kajirus a un Amo.

Los kajiri no son kajirae, o al menos no tienen por qué serlo, para gustos los colores. Os transcribo un ejemplo de servicio de paga que utilizo en mis clases como ejemplo de que ser sumiso no significa ser afeminado, ser kajirus, no significa ser delicado, ser o no homosexualidad no significa que renuncies a tu masculinidad por mucho que estés a los pies de los libres.

En este servicio que enseño a mis alumnos de la Escuela de Argos para kajiri, utilizo referencias típicamente goreanas para que los pequeños tengan un ejemplo de qué es válido, de cómo se pueden utilizar sus conocimientos de este mundo para hacer rica su intervención.

Ningún Amo pedirá un servicio tan elaborado como éste, ni siquiera yo *sonríe* pero espero que os sirva como una base práctica para entender qué es realmente un servicio, cómo hacerlo rico, sensual, entretenido.

/me se acerca al Amo con paso firme y hace descender a los pies del Amo su masculino cuerpo.

/me alza la vista al Amo, con una amplia sonrisa dibujada en sus sugerentes labios para pronunciar con la más cálida de las voces:

¿Amo, puedo serviros algo?

/me escucha con atención la demanda del Amo, la pasión patente en sus ojos.

¿Deseáis vuestra paga fría o a temperatura ambiente, Amo?

Sí, Amo, marchando paga XXX.

/me se retira discretamente, sus pies acariciando la tibia madera del suelo mientras cuenta tres pasos hacia atrás antes de entornar su cuerpo con la majestad y la fuerza contenida de un larl.

/me camina con sensual parsimonia mientras el silk del azul del ignoto mar de Thassa roza el suave vello de sus voluminosos muslos.

/me detiene el paso al alcanzar la zona de servicio para entornar la cabeza buscando la sonrisa hermosa y amable del Amo, se pone de puntillas extendiendo sus poderosos brazos para alcanzar con la yema de los dedos un cuenco con pie que se reserva para los clientes más gratos.

/me hace un último esfuerzo por alcanzar el recipiente, aprieta las nalgas haciendo que el silk quede tenso, dibujando un trasero musculoso y exuberante.

/me desciende de nuevo, con la delicada copa de arcilla entre sus manos.

/me toma un suave paño de rep limpio y frota el recipiente esmaltado, deleitándose en los finos detalles de la vasija, que representan escenas de kajiri sirviendo un banquete a un rico Amo.

/me comprueba que el cuenco está en perfectas condiciones, que ni una mota de polvo, ni una mancha de dedos estropea el recipiente que el apuesto Amo merece.

/me deposita el cuenco sobre la barra y toma una bota de piel curtida de verr oscuro de su gancho y la cuelga de sus anchos hombros, toma de nuevo en sus regias manos el cuenco y deja atrás la chimenea, haciendo que las brasas crepiten a su paso deseosas de acariciar las piernas del joven. El fuego proyecta su silueta, de una belleza cruel, como si de un dios se tratara mientras se acerca de nuevo a la mesa donde el Amo espera su merecida bebida.
/me alcanza el asiento donde le aguarda el Amo y se postra a Sus pies, con la majestuosidad con que un tarn de guerra acude a su percha.

/me, sin apartar sus misteriosos ojos de los del Amo, gira la cabeza, y abre los labios mostrando la perfección de sus dientes que toman entre sí el corcho de la bota como y con un movimiento decidido y preciso la descorcha.

/me percibe el embriagador aroma del néctar extraído del dorado grano de Sa-Tarna y aprieta, marcando sus bíceps, el pellejo que contiene el licor de color ámbar que recuerda al whisky de la Tierra, vertiéndolo con cuidado en el recipiente que atesora entre sus manos.

/me coloca de nuevo el corcho en su sitio, y lleva el cuenco lleno del licor que simboliza el amor físico hacia su beligerante sexo cubierto por el silk azul, lo levanta con cuidado casi acariciando sus abdominales perfectamente cincelados cubiertos de aceites perfumados.

/me cierra los ojos mientras sostiene el recipiente a la altura de su ardiente pecho, y mantiene el cuenco enmarcado por sus pezones pequeños y oscuros, el vello rasurado sin apurar. Deja pasar así el lapso de tiempo que su corazón de kajirus tarda en latir tres veces y lo lleva a sus labios jugosos como la pulpa de la larma para besar dulcemente el borde.

/me deja caer su cabeza y alza sus poderosos brazos sobre su cabello, tan negro y brillante como el firmamento de Gor, en un gesto tan delicado y sensual que parece que el esclavo entrega su alma.

/me , con la mirada clavada a los pies del Amo presenta la bebida a Su vista mientras dice, oferente:

Aguerrido Amo, os ruego tengáis a bien aceptar de estas manos este cuenco en el que yace aguardándoos el Placer de la Hija de la Vida, y que su espíritu refresque vuestra garganta y llene de júbilo vuestro corazón.

/me espera que el Amo tenga a bien recoger de sus humildes manos el recipiente.

/me baja sus brazos hasta que reposan sobre sus piernas flexionadas. Su sonrisa se muestra más definida aún mientras se pierde en la contemplación del Amo.

Os agradezco el honor de permitir a este pequeño serviros, y espero que tanto el servicio como la bebida sea de vuestro agrado, Amo.


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